A MI HIJO

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A eso…

A eso de caer y volver a levantarte,
de fracasar y volver a comenzar,
de seguir un camino y tener que torcerlo,
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso no le llames adversidad, llámale sabiduría.

A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente,
de fijarte una meta y tener que seguir otra,
de huir de una prueba y tener que encararla,
de planear un vuelo y tener que recortarlo.,
de aspirar y no poder,
de querer y no saber,
de avanzar y no llegar.
A eso no le llames castigo, llámale enseñanza.

A eso de pasar juntos días radiantes,
días felices y días tristes,
días de soledad y días de compañía.
A eso no le llames rutina, llámale experiencia.

A eso de que tus ojos miren y tus oídos oigan,
tu cerebro funcione y tus manos trabajen,
tu alma irradie, tu sensibilidad sienta, y tu corazón ame.
A eso, no le llames poder humano, llámale milagro divino…

(famacero.com/poemas.htm-43k)

Mª Jesús.

3 Responses to A MI HIJO

  1. Javier dice:

    Qué bonito, Mª Jesús, espero que el niño esté contento con tu dedicatoria y que medite al respecto. Me ha gustado mucho y se lo voy a mandar a los míos, aunque ya sean mayores. Siempre se aprende. Bs
    Nena

  2. Enrique5 dice:

    Repaso costantemente el libro de Geno incluidos todos los comentarios. Hay una publicación «Esponjas infantiles» en que Javier comenta con «amicomio» el problema de la educación. Realmente no tienen desperdicio ninguno de los dos comentarios. Es dificil eso de educar y por mucho que te empeñes y desesperes cuando un hijo tiene problemas resulta muy complicado solucionarlo y me río yo de «Super Nanny». Pero lo que sí yo creo es que quien tiene buen corazón y sensibilidad como es el caso de Ignacio y de muchos otros niños problemáticos nunca harán daño a nadie de manera premeditada. Estoy seguro de que más tarde o más temprano vuelven a ser y a comportarse como quien realmente son. Buenas personas. Animo.
    TQ.

  3. Carmen dice:

    «Enseñarás a volar,
    pero no volarán tu vuelo.

    Enseñarás a soñar,
    pero no soñarán tu sueño.

    Enseñarás a vivir,
    pero no vivirán tu vida.

    Sin embargo …
    en cada vuelo,
    en cada sueño,
    en cada vida
    perdurará siempre la huella
    del camino enseñado».

    Madre Teresa de Calcuta.

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