Seguid hambrientos

steve_350.jpg

 

Mi tercera historia es sobre la muerte

Cuando tenía 17 años, leí un cita que decía algo como: «Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón». Me marco, y desde entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: «Si hoy no fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?. Y si la respuesta era «no» durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo. Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque practicamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridiculo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estas desnudo. No hay razón para noseguir tu corazón. Hace casi un año me diagnosticaron cáncer. Me hicieron un chequeo a las 7:30 de la mañana, y mostraba claramente un tumor en el páncreas. Ni siquiera sabía qué era el páncreas. Los médicos me dijeron que era prácticamente seguro un tipo de cáncer incurable y que mi esperanza de vida sería de tres a seis meses. Mi médico me aconsejó que me fuese a casa y dejara zanjados mis asuntos, forma médica de decir: prepárate a morir. Significa intentar decirle a tus hijos en unos pocos meses lo que ibas a decirles en diez años. Significa asegurarte de que todo queda atado y bien atado, para que sea tan fácil como sea posible para tu familia. Significa decir adiós. Vivi todo un día con ese diagnóstico. Luego, a última hora de la tarde, me hicieron una biopsia, metiéndome un endoscopio por la garganta, a trvés del estómago y el duodeno, pincharon el pángreas con una aguja para obtener algunas células del tumor. Yo estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me dijo que cuando vio las células al microscopio el médico comenzó a llorar porque resultó ser una forma muy rara de cáncer pancreático que se puede curar con cirugía. Me operaron, y ahora estoy bien. Esto es lo más cerca que he estado de la muerte, y espero que sea lo más cerca que esté de ella durante algunas décadas más. Habiendo vivido esto, ahora os puedo decir esto con más certeza que cuando la muerte era un concepto útil, pero puramente intelectual: Nadie quiere morir. Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así tiene que ser, porque la muerte es posiblemente el mejor invento de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo. Ahora mismo lo nuevo sois vosotros, pero dentro de no demasiado tiempo, de forma gradual, os iréis convirtiendo en lo viejo, y seréis apartados. Siento ser tan dramático, pero es bastante cierto. Vuestro tiempo es limitado, así que no lo gastéis viviendo la vida de otro. No os dejéis atrapar por el dogma que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior. Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra intuición. De algún modo ellos saben lo que tú realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario. Cuando era joven, había una publicación asombrosa llamada The Whole Earth Catalog (Catálogo de la Tierra), una de las biblias de mi generación. La creó un tipo llamado Stewrt Brand no lejos d aquí, en Menlo Park, y la trajo a la vida con su toque poético. Eran los últimos años 60, antes de los ordenadores personales y la autoedición, así que se hacía con máquinas de escribir, tijeras, y cámaras Polaroid. Era como Google con tapas de cartulina, 35 años de que llegara Google: era idealista, y rebosaba de herramientas claras y grandes conceptos. Stewart y su equipo sacaron varios números del The Whole Earth Catalog, y cuando llegó su momento sacaron un último número. Fue a mediados de los 70, y yo tenía vuestra edad. En la contraportada de su último número había una fotografía de una carretera por el campo a primera hora de la mañana,la clase de carretera en la que podrías encontrarte haciendo autostop si sois aventureros. Bajo ella estaban las palabras: «Sigue hambriento. Sigue alocado». Era su ultimo mensaje de despedida. Sigue hambriento. Sigue alocado. Y siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando os graduáis para comenzar de nuevo, os deseo eso. Seguid hambrientos. Seguid alocados. Muchísimas gracias a todos.

(Discurso que Steve Jobs, CEO de Apple Computer y de Pixar Animation Studios, dictó el 12 de
Junio de 2005 en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford).

4 Responses to Seguid hambrientos

  1. nena dice:

    Los que estáis lejos del mundo hospitalario, desconocéis qué es codearse cada día con la muerte.
    Yo la llevo viendo desde que era casi un niña, pues desde los 18 años estoy metida en éste ámbito.
    He visto de todo, creedme. Verdaderos dramas familiares; súbitos por un accidente o alguna situación parecida, o crónicos. Son escenas desgarradoras. No sé que es peor.
    Muchas veces, cuando acababa mi guardia, tenía la necesidad urgente de salir a la calle. Entonces, cerrando los ojos, respiraba profundamente y me sentía mejor porque no sólo captaba aire para mis pulmones, también respiraba vida, la sentía en el ambiente.
    Estas vivencias hicieron que valorara el simple hecho de estar viva, y que tuviera siempre presente que éste, el día de hoy, podría ser el último.
    Por eso, intento torear como puedo los problemas que conlleva la vida diaria con su rutina. Y es ésta misma rutina que busco cada mañana, porque ella representa que todo sigue igual,lo que me permite disfrutar de pequeños placeres diarios, como puede ser un día de sol, un buen libro,una sonrisa, unas palabras con los que quieres,etc., de las cosas sencillas.
    Hay cosas en la vida que no tienen precio; sólo hay que darse cuenta para valorar lo que tenemos a nuestro alrededor.

  2. tayin dice:

    Lo de morirse es una tonteria: normalmente, ni te enteras. Lo malo es dejar de vivir.
    A mí me encantaría ir a mi entierro para aprender un par de chistes nuevos.

  3. Àngels dice:

    «Sigue hambriento. Sigue alocado». Maravilloso. Me lo quedo y lo sumo a mi «ama y cocina con absoluto derroche».

  4. Javier dice:

    No entiendo lo de «ama y cocina con absoluto derroche».
    Si estuviese seguro de que puedo morir tranquilo, sin ahogarme…entonces podría empezar a vivir. Porque la vida estando aterrorizado, no es vida.

Replica a Àngels Cancelar la respuesta